El día después de la declaración del Estado de alarma, el rey Felipe VI renunció a la herencia de su padre. El día elegido para anunciar esta noticia tan importante no fue casualidad, ya que pasó desapercibida por casi todos los medios de comunicación que estaban centrados en la expansión de la pandemia. Esta renuncia evidenció el distanciamiento entre padre e hijo, y la voluntad del actual rey de desvincularse de ciertas actuaciones de su padre en el pasado. Al igual que el día elegido para anunciarlo, la renuncia de Felipe a la herencia del