La semana pasada, un tribunal federal de EE. UU. ratificó una condena de 27 años de cárcel para un traficante sexual que se autodefinía como "vampiro". Damion St. Patrick Baston, de 39 años, era un proxeneta en el más duro y abusivo sentido de la palabra, el sentido que poseía antes de que la MTV saneara el término ("pimp", en inglés) para que tuviera cabida en la televisión de entretenimiento. Baston, que anteriormente era stripper, exigía a sus víctimas que le llamaran "Drac" —diminutivo de Dracula— y con frecuencia llevaba lentillas...