El objetivo de Will era eliminar las quejas diarias y constantes y para ello diseñó una solución sencilla pero eficaz con forma de pulsera que ofreció a sus seguidores seguida de un desafío: debéis aguantar 21 días sin quejaros. La primera vez, Tim tan solo consiguió apartar de su vida las quejas durante 11 días. Después tuvo que volver a empezar de nuevo. Esto le sucedía entre dos y tres veces cada mes pero una vez consiguió completar con éxito el desafío, tres meses después de haberlo iniciado por primera vez, ya no necesitó usar más la pulse