El narcotraficante pudo esconderse de las autoridades durante 15 años al, increíblemente, reemplazar la piel de sus dedos con microimplantes. El procedimiento tardó varios años en completarse, según The Guardian. El hombre, cuyo nombre no ha sido dado a conocer, era de España, pero se hacía pasar por un ciudadano peruano y, a veces, croata con una identificación falsa.