Este producto transparente e inocuo persigue una doble función. Por un lado busca disuadir al incívico, ya que consigue que la orina rebote en la fachada y que la persona que orine se moje el pantalón y los zapatos. Por otro lado, facilita la limpieza de las paredes puesto que el líquido crea una película que las protege ya que impide que la orina penetre en la superficie, la ensucie y la oscurezca, con lo que conservará un aspecto más limpio durante más tiempo.