Algunos de los movimientos eclesiales más ultracatólicos controlan universidades, colegios y otros centros de enseñanza por toda España.- Aznar les devolvió los favores en forma de subvenciones públicas que, a día de hoy, aún son el principal sustento de estos grupos. Su fuerte vocación de poder ha provocado que todas estas congregaciones hayan copado las instituciones políticas, religiosas, financieras o educativas. Mediante el eufemismo del “humanismo cristiano”, se han dedicado a hacer proselitismo de los dogmas de la Iglesia.