La investigación sobre el ciberataque que padeció el 9 de marzo el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) apunta a Rusia, no tanto por razones técnicas, sino más bien políticas y geoestratégicas, según indican fuentes gubernamentales. Es la reacción de Moscú tras una serie de roces e incidentes diplomáticos y militares entre, por un lado, el Kremlin, y, por otro, el Gobierno y las Fuerzas Armadas españolas.