Cuando llegó a La Paz el cívico cruceño Luis Fernando Camacho, aquella aciaga noche del martes 5 de noviembre, no lo hizo solo. Estaba acompañado del expresidente Jorge Quiroga, que, hasta antes de la crisis poselectoral había tenido un rol central en la denuncia del prorroguismo de Evo Morales en instancias internacionales, y que, a partir de este momento, se disponía a ayudar en las gestiones que fueran necesarias para dar un curso constitucional a la crisis política del país.