La subida de los precios y la crisis energética están afectando notablemente a los bolsillos de la ciudadanía, por lo que las entidades bancarias quieren plantear al Ministerio de Economía suspender el cobro de las letras. Este plan evita pasar por notaría, firmar una novación de contrato, evita renegociar y, sobre todo, evita gastar en trámites. Lo defienden en privado CaixaBank, con un 16% de accionariado público, y en público entidades como Unicaja o Sabadell.