“Primero los de aquí” dices, fumándote un cigarro en tu balcón mientras ves como desahucian a tu vecina María, española, víctima de violencia de género y con dos hijos.“Primero los de aquí” dices, mientras haces fotos, sólo haces fotos a los abuelitos de tu barrio cogiendo comida en el contenedor de basura. ¿Primero los de aquí? No. Primero tú. Sólo tú. Porque no has movido ni un dedo por ninguno de los “de aquí” en tu puñetera vida. Pero en el fondo, te importan lo mismo esas 600 vidas que la mayoría de españolas que te rodean. Nada.