Los efectos de la crisis sobre las universidades españolas están siendo devastadores. A la gran pérdida de recursos económicos, hay que añadir la paralización en la renovación de las plantillas, la congelación de la promoción del profesorado y de todo el personal. Pese a todo, en la última década ha mejorado la productividad, la visibilidad, la colaboración internacional y la competitividad, según el nuevo informe sobre la I+D+i universitaria, elaborado por el observatorio IUNE.