Durante los años de juventud es muy probable que notes en tu nuca el aliento de la norma social susurrándote que debes tener hijos, que es lo que toca. Así que debes ir organizándote para tener trabajo y pareja antes de que tu cuerpo diga que ya es demasiado tarde para reproducirse. Pero muchos, cada vez más, se están rebelando contra esta imposición. Miran a su alrededor, ven el mundo en el que viven, y se preguntan para qué iban a traer ellos más personas a este planeta. Tienen hasta nombre, se llaman antinatalistas.