El lunes, una enorme columna de humo se apoderó de la ría de Vigo. Ardía Fandicosta, un gigante del procesado de productos de pesca, con tanta virulencia que el incendio obligó a cerrar al tráfico el puente de Rande, que une los dos márgenes de la ría. Solo horas después de sofocadas las llamas, se supo de la descoordinación entre las autoridades implicadas, que dificultó las labores de extinción y pudo provocar una catástrofe, ante el riesgo de explosión de dos depósitos con 10.000 litros de amoniaco.