Los reyes hacen su primer posado en Palma de Mallorca, en unas merecidas vacaciones que se han ganado con el sudor de su frente y con el apoyo democrático mayoritario de los ciudadanos, transmitiendo así a la ciudadanía, en momentos tan necesarios como estos, una conducta ejemplar de esfuerzo, mérito, legitimidad, implicación y sensibilidad social, como ha sido siempre tradicional hacer en la familia real.