Ambas bromean con que algunos deberían cambiarse las gafas y ponerse unas con visión femenina. “Han tenido que claudicar ante la idea de que, si contrataban a una mujer, se revolucionaría la cocina”, señala asertiva Ruscalleda. “Hemos dado de comer a la humanidad siempre, y cuando llega el interés comercial, económico y el éxito, nos lo quitan”, resume San Román. San Román, con cinco restaurantes —entre ellos, Monastrell, con una estrella Michelin—, fundó en 2018 la asociación Mujeres en Gastronomía para dar visibilidad al talento femenino.