Coca-Cola ha decidido apelar a la nostalgia y cambiar las botellas de cristal que se sirven en los bares por unas nuevas inspiradas en su modelo original, patentado en 1915 y llamado Contour. La botella no es exactamente como la de hace 100 años, la primera que la marca patentó, ya que en la original el nombre del refresco aparecía en relieve en el cristal. Mientras, en la botella actual han utilizado pegatinas transparentes, que dan apariencia de serigrafiado.