La mujer encara la querella con el apoyo del submundo conspiranoico hispanohablante, del que forma parte como una activa propagadora de bulos de todo tipo. En uno de sus últimos mensajes, solicita que le remitan por correo electrónico —con una discreción “totalmente garantizada”— “cualquier información” o “capturas de pantalla”, además de artículos, memes o videos, relacionados con el “nacimiento, infancia y juventud de Bego”, su embarazo e incluso “sus niñas” (las dos hijas menores de edad del matrimonio) o datos de su boda con Pedro Sánchez.

Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado una querella contra la difusora de bulos Pilar Baselga, que en noviembre aprovechó su intervención en un programa de Distrito TV para lanzar la falsedad de que la mujer del jefe del Ejecutivo es transexual y que formaba parte de una red de narcotráfico.

María Pilar Murillo Fumaz, una barbastrense de 93 años que participó como espía con la Resistencia francesa con apenas 12 años durante la Segunda Guerra Mundial en el pueblo de Aubusson, en el centro de Francia, falleció el pasado fin de semana en Zaragoza. Era viuda del maellano José Albiac Tudo y madre de cuatro hijos (María Dolores, María Pilar, José e Irene). Esta mujer tuvo que emigrar con su familia al país vecino en 1938 durante la Guerra Civil porque su padre -Domingo Murillo Calasanz- era concejal socialista del Ayuntamiento de Barbast

Uno de los bulos que más lleva repitiéndose este año es el de la supuesta transexualidad de Begoña Gómez, mujer del presidente Pedro Sánchez. Estas pasadas semanas, el bulo volvió con más intensidad a raíz de un vídeo de la conspiracionista Pilar Baselga. Por supuesto, no hay ninguna prueba de que Begoña Gómez sea una mujer transexual, ni los conspiracionistas las aportan. Suelen compartir imágenes con fotografías manipuladas mediante distintas aplicaciones, generalmente con la etiqueta de “Begoño”, utilizado de manera claramente despectiva.

María Pilar Baselga Calvo tiene el gatillo fácil en materia de bulos. La mujer arrastra una condena sobre sus espaldas y, además, se enfrenta a una petición de pena de siete años y medio de prisión por parte de la Fiscalía al haber sido una de las principales difusoras del bulo del 'Bar España', según el cual el antro situado en la carretera de Benicarló (Castelló) fue el escenario de una trama de pederastia y de ceremonias satánicas que se ha demostrado falsa.