Jada Pinkett Smith produce un documental sobre la egipcia más famosa de todos los tiempos en una inigualable defensa de su poder, influencia y origen racial, en contra del imaginario fílmico popular. La herencia de Cleopatra ha sido sujeto de múltiples debates académicos, habitualmente ignorados por Hollywood, principalmente el referido a la representación como mujer blanca en todas las producciones comerciales cuando su origen y, por tanto, sus rasgos y tono de piel, eran africanos.