Una sentencia desgraciada que ha sumido en la desgracia no sólo a dos profesores, sino que transitará como un estigma por todo el profesorado andaluz, al crear una inseguridad jurídica imposible de vencer y que seguro que conllevará la paralización de multitud de actividades escolares fuera de los centros educativos, mermando la riqueza de experiencias que ellas conlleva para la formación de la infancia y la juventud. La Junta de Andalucía debe recurrirla ante las dudas más que razonables de una fundamentación no basada en testificales, elucubr