El riesgo político crece. Al menos, eso es lo que prevén muchos analistas, que estiman que la sombra de la ingobernabilidad planea sobre la política española. Un informa de JP Morgan así lo considera.
Nada está reglamentado sobre el plazo que debe transcurrir entre las elecciones y la primera votación de investidura ni sobre cómo el Rey, llegado el caso, ha de encargar la formación de Gobierno a un candidato que no haya ganado las elecciones.