En España (¿en qué otro lugar si no?) se han propagado los primeros casos europeos de una enfermedad vírica, contagiosa, mortal en un 90% y aniquiladora de sus víctimas entre espeluznantes sufrimientos. Francia, Reino Unido, Países Bajos o Noruega han repatriado a víctimas del mal evitando contagios. En nuestro país, muy al contrario, comienzan a destaparse infecciones y por lo que vamos vislumbrando, las causas radican en una concatenación de errores de seguridad, protocolo y escasez de medios. En suma: chapuza, chapuza y chapuza.

"El sistema es muy poco exigente, y los alumnos arrastran grandes déficit de primaria". El profesor también está "muy cargado de horas lectivas" y ha sido "maltratado" hacía la universidad", afirman varios expertos. La transmisión de conocimientos "no es el objetivo fundamental", sino fomentar la equidad "bajando el nivel" y generando "mediocres"."El sistema es muy poco exigente —explica—. El profesor tiene unas clases muy heterogéneas, pues hasta los 16 años la escuela es comprensiva, así que hace lo que puede".

Ya me pasó con Pocoyó, pero pensé que sería un caso extraño y lo dejé pasar. Ahora repite Dora. Como sigamos así, acabamos con nuestra sociedad en menos de una generación. Al tiempo.