Al igual que en la vecina Miami, en la playa de la ciudad estadounidense de Fort Lauderdale son comunes los hoteles de lujo, los cuerpos esculturales y los autos deportivos. En semejante escenario, decenas de mendigos hacen fila cada miércoles para comer gratuitamente en el puesto de comidas de Arnold Abbott, un chef de 90 años. Así ha ocurrido durante ocho años pero a alguien le debe de haber molestado que la caridad se ejerza a la vista de todos porque la alcaldía de la ciudad acaba de prohibirlo.