El reto finalmente vino de los sirios que, en la primavera de 2011, organizaron manifestaciones masivas a gritos de KARAMEH (Dignidad) (...) Mientras tanto, las pantallas del mundo mostraban cadáveres privados de dignidad, hablando sólo de religiones y sectas, de geopolítica y Las mil y una noches. Muestran imágenes que no habrían sido producidas -y mucho menos transmitidas- si las víctimas en cuestión fueran europeas o americanas.