Euskadi, a finales de los 80, puso en marcha un plan de rentas mínimas, denominado actualmente RGI, y que a día de hoy, con su gestión desde Lanbide, permiten a unas 65.000 familias, unas 118.000 personas, vivir con un mínimo nivel de dignidad. Según los resultados obtenidos en la Encuesta de Condiciones de Vida (INE), la sociedad vasca (15,3% en 2014) tiene una situación menos desfavorable que el Estado (29,2%) y UE-28 (24,4%), siendo Euskadi el tercer país de Europa con menor tasa de riesgo de pobreza o exclusión social.