La función social del Estado en Venezuela ha sido desnaturalizada. Sí su función es servir y proteger al ciudadano, velando por la existencia de las condiciones que le permitirán desenvolver y desarrollar su personalidad, no se entiende entonces cómo esa función es descuidada y reemplazada por otra, cómo lo sería repartir gratuitamente combustible en el extranjero, mientras que a los propios nacionales se les amenaza con incrementarles el precio de la gasolina y otros derivados del petróleo. Están desmantelando a Venezuela.

La dejación de la universidad no oculta la de la Administración, que debe vigilar los cuerpos donados a la ciencia. Una crónica que analiza la realidad de una situación hasta ahora desconocidad.

En estos momentos parece que el papel de la criminología es absurdo e irrelevante. Desde el Ministerio de Educación se ha creado una carrera universitaria sin que previamente se hayan planteado las posibles salidas laborales de la misma. Sin embargo, se trata de una de las formaciones a las que más se le tendría que prestar atención, ya que el ámbito de la seguridad ciudadana y la labor policial constituyen uno de los pilares más importantes y fundamentales de nuestra sociedad.