Se llamaba Juan Manuel Igualada y tenía 19 años cuando hace 27 años su vida se truncó. Estaba haciendo el servicio militar obligatorio en Ferrol cuando sufrió un accidente durante unas maniobras camino hacia Madrid. Quedó atrapado en el amasijo de hierros y como consecuencia de las terribles heridas que sufrió quedó postrado en una cama del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla en estado vegetativo durante 27 años. Tras casi 30 años, el último soldado del servicio militar obligatorio de España ha fallecido.

"Me dormí, me desperté 24 días después y sentí que había envejecido 30 años", explica. "No podía hacer nada, ni escribir, ni andar... nada". El actor, que tardó meses en recuperarse con normalidad del coronavirus, reconoce que el virus le enseñó que "se puede morir de un día para otro".

La enfermera Mónica Almeida, de 37 años, llevaba 45 días luchando entre la vida y la muerte en la UCI después de contagiarse por Covid-19. Mónica estaba solo a 72 horas de que apagaran su ventilador cuando los médicos decidieron administrar a la paciente Viagra, el popular fármaco para la disfunción eréctil. El medicamento contribuyó a abrir repentinamente sus vías respiratorias y le permitió comenzar a respirar con mayor facilidad, según apuntan los informes médicos. La enfermera se recupera actualmente en casa después de recibir el alta.

En las últimas horas, se ha hecho viral la situación de Manel, que afirma que pasó 35 años en coma tras sufrir una caída. Pero, ¿es cierta la historia? Esto es todo lo que se sabe hasta el momento. Según afirmó el propio Manel , pasó 35 años en coma tras sufrir una caída, aunque con el paso de las horas han salido a la luz algunas contradicciones que hacen dudar de toda la historia. Hemos podido hablar con Manel, que no desea hablar de cómo pudo tener dos hijas si se encontraba en coma: "Por respeto a mi mujer, no puedo hablar de ese tema".

Manel Monteagudo tuvo un accidente en un barco en 1979, cuando tenía 22 años. Estuvo en estado vegetativo más de tres décadas y despertó en 2014, con 58 años. En su segunda vida se dedica a la literatura y tiene en mente escribir una autobiografía.

El pronóstico médico no es, pese a ese cambio de destino dentro del centro hospitalario, demasiado halagüeño. Los informes señalan que permanece en estado de máxima gravedad. Sigue estable, pero persiste el coma y esa situación de pérdida de consciencia podría convertirse en irreversible con gran facilidad.

El joven de 23 años que recibió una brutal paliza el pasado 25 de julio en la localidad vizcaína de Amorebieta continúa ingresado en coma profundo en el Hospital de Cruces y tiene ambos lados del cerebro afectados, por lo que en caso de sobrevivir le quedarán profundas secuelas.

La víctima, de 49 años, se encuentra en estado vegetativo tras sufrir varias fracturas craneales producto, según la Fiscalía, de los golpes que le propinó el acusado.

La vivienda de una mujer que se encontraba ingresada en un centro hospitalario desde el día anterior en estado de coma fue desalojada por orden judicial el jueves pasado, después de que la hija menor (17 años) de la afectada tuviera que abandonar la casa, según hicieron público los colectivos sociales El Pueblo Tiene Hambre y Plataforma 29E. Los mismos que el viernes de la semana pasada acudieron al Diputado del Común para denunciar que 130 familias de Tenerife se encuentran amenazadas de desahucios inminentes.

La madre del joven ha confirmado que Yuriy ha salido finalmente del coma al que fue inducido hace diez días a consecuencia de las graves lesiones que presentaba después del asalto.