Un monje japonés ha demandado al templo budista en el que vivía por exceso de trabajo, una situación que le obligó a pedir la baja por depresión, según recogen medios locales. El religioso, de 40 años y empleado en uno de los templos de Koyasan, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y meca del budismo en Japón, reclama ahora una compensación de 8,6 millones de yenes (66.000 euros) por los daños ocasionados y las pagas no percibidas.