“Se utiliza una expresión que es la de ‘blanquear el fascismo’ que es horroroso. Resulta que ahora que cualquiera que no comulgue con un parido político en concreto, no voy a esconderme, con Podemos… el que no le baile todo el día el agua a Podemos, es un fascista, ¡yo estoy harto de esto también!”, asegura el presentador. “El problema no está en las etiquetas que cada uno ponga, el problema está en que esta gente si que está ‘pintando’ las casas de los comunicadores”, comentaba Risto Mejide visiblemente enfadado.