De cara a las elecciones del 12 de julio, Abascal ha admitido que su partido "no trae nada especial para Galicia", sino que acude a esta Comunidad a decir "que no es menos ni más que nadie" y a proponer que "Galicia forme parte de la nación española y que los gallegos tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades que el resto de España". A ello ha sumado el propósito de que Vox garantizará en el Parlamento gallego que haya "un mensaje nacional" que no esté movido "por el egoísmo regional".

Soy muy progre, muy antirracista y muy antifascitas, pero llevaos a los MENAS de mi barrio.

“No se pueden analizar hechos de hace quinientos años con criterios de hoy”, dice el “progre”. Y el “regre”, también. Ese tácito acuerdo es gravemente grave. Por tácitos en justificar tropelías con una pobre muletilla excusatoria.

El activismo cultural de izquierda sigue empantanado entre la condescencia y la disonancia cognitiva.

Y con esto me despido de meneame

Alejandro Hernández cree que la presidenta del parlamento ha hecho un "relato semifantástico" del 28F de hace 40 años, cuando "hubo que hacer trampas para que Almería no se quedara fuera" y ha rechazado "los lugares comunes del consenso progre" citados por la presidenta, como el cambio climático. Sobre las referencias a los últimos asesinatos machistas, el portavoz de la formación de Abascal cree que "algo se está haciendo mal" cuando siguen muriendo mujeres, lo que demuestra que la ley no funciona.

El partido político señala a Atresmedia Televisión como censor ante la afirmación del presentador sobre su líder: "Un hostión le vendría bien"

España se ha convertido en la cuna de la progresía. Aunque eso que llaman moderno sean en realidad las ideas más trasnochadas que uno pueda imaginar. Hay unas cuantas reglas que debes seguir si quieres ser considerado un progre de manual. Escucha la canción.

El debate entre abolicionistas y legalistas formará parte de los discursos de la nueva ministra de Igualdad.

Me levanto y me encuentro con que están breando a los Def con Dos por una canción de la que han publicado treinta segundos. Se llama “Puritanismo progre” y con estos segundos ya son fachas, violadores, incels, pollaviejas, y enemigos del progreso. Esto por sí solo sería una irónica demostración de que siga como siga la canción, el título está en lo cierto.

Opinión sobre la actualidad del progresismo español y qué es ser fascista en España actualmente.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha criticado al Partido Popular por "insultar" "como hacen los progres", a los votantes de Vox "por tener principios".

La palabra progre es un arma arrojadiza con la que se satiriza al progresista, o sea, al habitante de la acera de enfrente a la del conservador. Progresista, en puridad, lo es una persona que antepone la libertad individual sobre la económica, y reclama el Estado del bienestar, la permeabilidad social y la discriminación positiva del más pobre de cuna mediante la redistribución fiscal de la riqueza. Ninguna Constitución de un país institucionalmente decente -ni indecente- va en contra de esos principios..

Supongo que pertenezco, grosso modo, a esa pseudoclase social que los franceses llaman bobos (bourgeois-bohème) y que el columnismo derechón y populachero español llama, con mucha menos sutileza, pijoprogres. Asumo la caricatura: ejerzo una profesión de señoritos pese a venir de un origen obrero con el que ya no me identifico; pertenezco, por ello, a una élite que compensa su debilidad económica con el prestigio de lo que, desde el eufemismo, se llama capital cultural, que no sirve para pagar coches caros, pero sí para estar en la pomada.

Un estudio de los archivos del The New York Times muestra que el consejo editorial del medio ha apoyado 10 de 12 golpes de Estado con apoyo estadounidense en América Latina.Hay un guión familiar: la CIA y sus socios empresariales estadounidenses llegan, hacen la guerra económica, financian y arman a la oposición, y después se culpa al objetivo de esta operación. Lo que debería ser un debate sobre el Ejército estadounidense y su aparato encubierto inmiscuyéndose indebidamente en otros países se convierte rápidamente en un referéndum sobre..

Desde los resultados del domingo estoy en un estado de mala hostia permanente y generalizada. Voy directo al grano: tengo la impresión de que la izquierda ha sido tomada como un juguete por una caterva de imbéciles, han estrellado el vehículo y aún pretenden volver a hacerlo. Es demencial que después de esos resultados desde la neoizquierda no sean capaces de recapacitar y hacer autocrítica. Es más, se les ve decididos a perseverar en su alucinógeno viaje haciendo quedar a la izquierda como un conjunto de payasos...

Donde sí se echa en falta algo de corrección es en los modos con los que algunas de esas voces jóvenes (y no tan jóvenes) reivindican el cambio, tildando a las más maduras que lo cuestionan de 'pollavieja'. Este neologismo, popular en redes cuando Javier Marías o Pérez-Reverte publican columna, a mí me cuesta hasta escribirlo porque significa que la edad y la consecuente experiencia ahora son losas y no grados.

Un nuevo estudio identifica el patrón tipo del consumidor de homeopatía en España a partir de los datos del barómetro del CIS. La indignación de un científico del CSIC: lleva a su hijo a Urgencias y le dan homeopatía Francino, nuevo Cárdenas: "Homeopatía, acupuntura y osteopatía son cosas serias".

La palabra “progre” es un término con el que estamos muy familiarizados desde hace bastantes décadas. El acortamiento del término progresista es muy posible que indique ciertas connotaciones que en su pasado más remoto no estaban presentes. ¿El término ha significado siempre lo mismo o ha evolucionado a lo largo del tiempo? ¿Qué es un progre? ¿Hay un solo tipo o existen diferentes tribus? Marat, Manolo Medina y Erik Dobaño están presentes para aclararnos estas preguntas. Jose M. Corrales les formula esas y otras muchas cuestiones.

Sobre el relativismo moral de la gente en las redes sociales. De la gente que ha habilitado los prejuicios raciales y sexistas y que luego se indigna cuando sus enemigos políticos usan las mismas armas que ellos han puesto sobre la mesa.

Llevo tiempo intentando escribir un artículo sincero sobre los hombres y el feminismo, o sobre lo que me pasa a mí con el feminismo. Es este. Empieza con un anhelo imposible en tono de confesión, que suena así: ¡cómo me hubiera gustado nacer en los años cuarenta en una familia culta y acomodada y haber sido, a los 30, todo un triunfador progre de los años setenta! Mi vida hubiera sido más fácil por varios motivos. El principal: las mujeres.

Ciudadanos continúa siendo el perejil para todas las salsas. Dentro de su ultraconservadurismo con brochazos ‘progres’ a golpe de coaching, los de Rivera continúan navegando en un mar de pura contradicción. La euforia por la victoria electoral en Catalunya se ha ido desinflando, toda vez que ni siquiera les ha servido para presidir la mesa del Parlament. Ahora, con el punto de mira en las Generales, la parodia de Macron con subtítulos en español despliega un discurso diferente según el lugar en que lo pronuncie.

Hablo de desaparición porque muerta ya está. Solo que, como los zombies, no lo sabe. Aclararé porqué creo que es una necesidad perentoria la desaparición política de lo que tantos se empeñan en llamar la izquierda y que prefiero llamar progre-liberales, porque eso es lo que son en la práctica. Son progre-liberales porque autodefiniéndose como izquierda (desde la radical de Syriza, hasta la transversal que ya no se reconoce en el concepto, o al menos no hasta hace dos años, como Podemos, pasando por el PSOE, que dice ser de centro-izquierda

¿Es posible un Podemos sin Pablo Iglesias? Parece que es lo que están intentando descubrir los errejonistas, que están indagando entre varios observadores políticos para saber si hay vida más allá del Pablismo, “ahora ya que no nos votan ni nuestras familias”.

Seguramente muchos de ustedes habrán pasado alguna vez delante de la fachada de un edificio en rehabilitación, cubierto por una lona que representa una escena, generalmente muy marcadamente “realista”, cuyo objetivo es engañar a la vista, creando efectos ópticos de una realidad intensificada, que sustituye la fealdad de la obra de construcción en proceso que se oculta tras ella. Es lo que se conoce como trampantojo.