El empresario Alberto González Amador disparó sus ingresos en pandemia. Ganó cerca de dos millones de euros haciendo de intermediario con una empresa sin empleados, y cuando tuvo que pagar impuestos, ideó un sistema de facturas falsas y empresas pantalla para engañar a Hacienda. Esos son los hechos que han conducido a que la Fiscalía presente contra él una denuncia por dos delitos fiscales y otros de falsificación documental. Después de ese pelotazo en la pandemia, se compró el piso en el que vive con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunid

La Fiscalía Provincial de Madrid ha presentado una denuncia ante el juzgado contra la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por dos delitos de fraude fiscal y uno de falsedad documental a través de un entramado de facturas falsas y sociedades pantalla. Así lo ha adelantado 'eldiario.es' y ha podido confirmar poco después laSexta, que ha tenido acceso al informe de la Agencia Tributaria en el que se acusa a Alberto González Amador de haber defraudado a Hacienda más de 350.000 euros entre los años 2020 y 2021.

Aboga por incluir en las facturas los datos de contacto de las entidades de arbitraje y realizará una nueva modificación cuando se cambien tres directivas europeas y se produzca la trasposición a la normativa nacional.

Llevo unos 4 meses de infierno que cada día se van expandiendo más y más y la situación se sigue agravando y hoy, he llegado al límite. En teoría hoy era la última ventana de pagos del mes, suelen hacer las transferencias el día 15 y la última semana del mes, como todas las grandes empresas. A día 29 de Febrero aún no he percibido ni un € del FC Barcelona, me deben 3 meses de trabajo y aún sigo esperando el dinero. Es la primera vez que me pasa esto en un club de esports y sinceramente no sé cómo gestionar la situación.

Los responsables en España no han trasladado el importe para hacer frente a este compromiso debido a la situación financiera. Todo el mundo sabía, por los medios, que en España dos empresas del grupo cerraron sus puertas y ésta, en Cabo Verde, está en la misma situación porque cuando dice que no hay dinero para pagar a los empleados es porque estamos en una situación de quiebra. Unos 100 trabajadores de la fábrica de Atunlo, en San Vicente, exigieron hoy el pago de sus salarios correspondientes al mes de enero.