Cerca de 25.000 manifestantes anti-islamistas se manifestaron por las calles de Dresde el lunes, según la policía el mayor número hasta ahora ya que un nuevo movimiento popular conocido como PEGIDA (Europeos Patrioticos Contra la Islamización de Occidente), comenzó a organizar reuniones semanales en la ciudad alemana.

A 195 kilómetros al sur de Berlín, Dresde, Pegida ha vuelto a reunir a miles de personas "contra la islamización de Occidente" y la "extranjerización de Alemania". Esta vez han sido 25.000 personas -un nuevo record de asistencia- a la manifestación islamófoba, sobre todo por ser la primera tras el atentado islamista y antisemita en París del fin de semana y del rechazo popular a la islamofobia en las manifestaciones francesas y en otras ciudades alemanas. Las consignas contra la comunidad musulmana, las personas migrantes y refugiadas han sido

Monika Maron, una periodista independiente, viajó a Dresden para hacerse una idea de quienes eran los que se manifestaban en el Pegida ("Patriotic Europeans Against the Islamization of the West"), una plataforma que ha experimentado un sorprendente y repentino crecimiento en Alemania, y de cuales eran sus ideas.

El sábado se manifestaron en Dresde unas 35.000 personas por la tolerancia y la amplitud de miras. Para empezar, hubo un momento de silencio por las víctimas de la violencia terrorista(...) Según la Cancillería del estado de Sajonia hubo 35.000 manifestantes en la concentración frente a la emblemática Iglesia Frauenkirche. "No vamos a estar dividido por el odio ", dijo el alcalde de Dresde Helma Orosz (CDU)

Pegida, siglas en alemán de Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente, toma desde octubre las calles de diferentes ciudades mientras proclaman consignas racistas y xenófobas. A mediados de diciembre, unas 15,000 personas secundaron la manifestación semanal de Pegida en Dresden. Además, estas protestas se replicaron en otras ciudades del país como Colonia y Bonn, ambas en el estado de Renania del Norte-Westfalia o Wurzburgo. El éxito del movimiento preocupa a los políticos. Ángela Merkel mencionó el tema en su discurso de año nuevo.