Europa envejece y el Viejo Continente empieza a padecer más su apodo. Tasas de nacimientos a la baja, reducción de la población activa, padres que no pueden conciliar, escasez récord de trabajadores cualificados, fuga de cerebros y despoblación. Europa vive un cambio crucial de su demografía gracias al progreso. "Hasta ahora, nunca se habían medido las transferencias familiares en conjunto". "Los cuidados siempre se han basado en el amor. Y como el amor no tiene precio, por eso se paga mal. Pero nada es sostenible si no tenemos cuidados.