El juez del Tribunal Superior de Justicia inglés quiere evitar dilaciones injustificadas en la tramitación de la demanda de Corinna zu Sayn-Wittgenstein que la defensa del rey emérito puede torear con recursos

La Sala de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de Reino Unido ha dictaminado que Juan Carlos I no goza de ningún tipo de inmunidad en su territorio, tal y como había alegado el monarca para evitar las acusaciones de Corinna

El juez Matthew Nicklin, del Tribunal Superior de Inglaterra y Gales, se pronunciará este jueves, a las 11.30, hora peninsular, sobre la demanda de reparaciones por daños y perjuicios interpuesta en Londres por Corinna Zu Sayn-Wittgenstein-Sayn contra el rey emérito, Juan Carlos de Borbón y Borbón. La justicia decidirá si el padre de Felipe VI puede o no ser juzgado, si admite la versión de los abogados de don Juan Carlos, que sostienen que es inimputable al ser miembro de la Familia Real y exjefe de Estado.

El banco suizo Mirabaud, en el que que Juan Carlos I depositó entre 2008 y 2010 un total de 102 millones de dólares procedentes de las monarquías de Arabia Saudí (100 millones) y de Bahréin (casi dos millones efectivo), evitó informar al organismo suizo que se encarga del control de las actividades de los mercados financieros (Finma) de que la empresaria Corinna Larsen no había justificado, de forma fehaciente, otros dos ingresos de 5 y 2 millones de dólares procedentes de Kuwait y Bahréin

Así lo afirma en un informe pericial conjunto encargado por el juez Nicklin a los abogados de Larsen y el emérito sobre cuál es su actual estatus legal.

La mansión no debía registrarse a nombre de Juan Carlos I porque, supuestamente, el rey emérito no podría justificar con qué dinero había adquirido el apartamento y vulneraría las leyes británicas antiblanqueo. “El señor Abdullatif [antiguo embajador de Omán en el Reino Unido] respondió que la propiedad permanecerá a su nombre durante el tiempo que sea necesario. Eso es bueno y al menos lo tengo por escrito”, dice Larsen en otro correo.

Con el camino despejado en España, donde la Fiscalía ultima el cierre de las tres investigaciones abiertas contra él, es la Justicia del Reino Unido la que puede poner en apuros al rey emérito. Un tribunal británico deberá decidir si conserva su inmunidad antes de determinar si examina la demanda presentada contra él por su examante

La periodista Marta Cibelina es la autora de “Los Borbones y el sexo”, desde Felipe V hasta Felipe VI (La Esfera de los Libros). Un ensayo histórico-sexual lleno de anécdotas y curiosidades, que nos invita a entrar en las alcobas de una dinastía que reina en España desde el siglo XVIII. En la entrevista habla de la situación actual del Rey Juan Carlos y por supuesto, de Corinna, la mujer que puede cargarse a la Monarquía en nuestro país.

A la pregunta de si se dio cuenta de que era la amante del rey ha dejado claro: “Creo que eso estaba a la vista, todos veíamos que había una buena amistad entre ambos”. El rey "me pidió que escuchara algo que ella quería contarme". "Pretendía organizar una conferencia internacional en España con motivo de la lucha contra la falsificación ... comprometiendo la imagen y la figura del rey". Advirtió al rey emérito de que Corinna era peligrosa, y éste “calló” ante sus palabras. “Yo creo que era un silencio que aceptaba lo que le estaba diciendo”.

La investigación suiza aflora la compleja madeja ‘offshore’ que creó para ocultar más de 70 millones y comprar mansiones. La larga lista de sociedades instrumentales tras la que aparece el nombre de Larsen y, en ocasiones de sus dos hijos, ha aflorado durante la investigación del fiscal suizo Yves Bertossa que, desde 2018, la mantiene imputada por un presunto delito de blanqueo agravado de capitales. Las pesquisas del fiscal jefe de Ginebra en las que figuran las gestiones de la examiga de Juan Carlos I para esconder el millonario patrimonio.

Corinna Larsen y el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause tuvieron una sociedad conjunta en las islas Seychelles, un paraíso fiscal situado en el océano Índico según han publicado el diario El País y La Sexta en la investigación conocida como ‘Papeles de Pandora‘.

Dos empresas extranjeras impuestas por Arabia Saudí dirigieron el Fondo de Infraestucturas Hispano Saudí creado en 2007 durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y con el apoyo del entonces rey Juan Carlos I, según han señalado a EL PAÍS exfuncionarios españoles que participaron en su lanzamiento. El fondo contrató a Corinna Larsen y estableció su sede en Guernsey, un refugio fiscal en las islas del Canal de la Mancha.

CTXT publica de forma íntegra la demanda civil por acoso, seguimiento ilegal y difamación presentada en Londres por la examante del Rey. La demanda, firmada por Corinna el 29 de diciembre de 2020, fue tramitada en marzo de 2021 y el texto le fue remitido a Juan Carlos I al Palacio de la Zarzuela en Madrid y a su residencia de Abu Dabi. Fuentes jurídicas señalan que Juan Carlos I se resistió a dar el acuse de recibo al documento de 30 folios que contienen el relato del caso y de los hechos.

Ha pedido a la justicia londinense que reclame a Juan Carlos I una indemnización por costes de tratamiento de salud mental, por "instalación de medidas de seguridad personal y servicios diarios de protección" y por contratación a "exdiplomáticos y exfuncionarios del Gobierno" para que interviniesen con el fin de "poner fin al acoso". También solicita ser indemnizada por gastos a los que tuvo que hacer frente para contratar a su personal de relaciones públicas y comunicación para "mitigar los daños causados" a su reputación en prensa.

La empresaria relata en su demanda ante la Justicia británica que el jefe del Estado le mostró planos de un palacio en Madrid que sería reformado para vivir juntos en él

El Rey emérito vive con preocupación cómo se enquistan las pesquisas en el Supremo pese a sus dos regularizaciones. La denuncia por acoso contra él en Londres complica su futuro judicial. Este próximo martes se cumple un año del histórico comunicado en el que Juan Carlos I anunció a su hijo, Felipe VI, su salida de España después de que aflorasen los detalles de una donación saudí de 100 millones de dólares en 2008 a su nombre (65 millones de euros al cambio de la época), para lo cual creó en Panamá la Fundación Lucum, cuyos gestores fueron los