Desde la noche del 5 de enero no había tanta ilusión en casa de Bertín Osborne . El último, Santiago Abascal, trajo pimientos rellenos de quinoa, por lo que Bertín, que le había preguntado a Abascal si había venido en caballo, puso cara de emoji con monóculo. Abascal aclaró, por si había que aclarar semejante cosa, que el plato lo había hecho su mujer. Su misión en la cocina de Bertín fue ordenar pimientos rojos y amarillospara que formasen una bandera española.