El mundo está lleno de mentes extraordinarias, y en general es bastante complicado encontrarlas, pero a veces nos cruzamos con excepciones rutilantes. Ayan Qureshi es un pequeño de cinco años al que cualquiera puede imaginar jugando con muñecos y consolas en su casa. Sin embargo, el joven Ayan se entretiene de otra manera, por ejemplo, aprobando un exámen de certificación profesional de Microsoft.