Resulta inaudito que en una población que depende directamente del medio natural, con Denominación de Origen en vinos, haga caso omiso de forma tan flagrante a la principal amenaza que se cierne sobre su medio ambiente. Activa las múltiples fallas “dormidas” que atraviesan los estratos superiores, precisamente en una zona potencialmente sísmica como el Altiplano de Jumilla y Yecla, con la consecuente aparición de terremotos, algo entendible en una técnica que, en palabras de Ángel Francisco Cutillas, literalmente, “masacra el material”.