Reino Unido es un ejemplo de la austeridad en una economía a pleno rendimiento. El PIB y el empleo han crecido con vigor. Sin embargo, una creciente capa de la población convive con la pobreza e, incluso, el hambre.Es una economía que escaló un 2,8% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2014, más que ningún otro país del G-7, y que ha sido capaz de crecer una media anual del 1,5% desde que David Cameron asumió el poder en 2010.