Desde hace tres años, un colectivo de okupas los tiene atemorizados hasta el punto de que muchos no pasan por el inmueble que ocupan en Teresa Maroto. "En los dos últimos años la situación se ha vuelto insostenible", explica un vecino, quien advierte: "No se va a hacer nada hasta que no pase una desgracia". La Policía, que acude a diario a la zona, no ha podido hacer nada porque el propietario del inmueble no ha denunciado la ocupación de la finca.