La Policía Nacional ha detenido en la localidad malagueña de Vélez-Málaga a un sacerdote de 34 años acusado de agredir sexualmente a al menos cuatro mujeres a las que sedaba y grababa. Fuentes de la investigación han indicado a EFE que el detenido, que fue ordenado sacerdote en 2017, fue párroco en una iglesia de Melilla y a comienzos de año fue destinado a la Diócesis de Málaga, se encuentra ya en prisión provisional acusado de cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad.

Hassan Kajoui ha sido condenado a tres años de cárcel por abusar sexualmente de una niña de 11. El acusado, de 24 años, alegó en su defensa que no sabía que la niña tenía 11 y, además, que fue ella quien se le insinuó e incluso lo cogió de la mano y lo metió en el portal de su casa y ella misma se bajó el pantalón.

Ha presentado la denuncia casi seis años después de los hechos porque hasta ahora no había logrado localizar el vídeo para adjuntarlo como prueba documental. Según el denunciante, que acompaña su testimonio con un vídeo del canal catarí Al Jazeera, los hechos acontecieron en un ambiente de "extrema violencia ambiental" en el que la mujer buscaba, "además del ánimo libidinoso", desencadenar "una situación de violencia generalizada" por la reacción del agente que, sin embargo, fue de "asco" y "contención".

Según un portavoz del Departamento de Policía de Birmingham, el director de una banda recibió una descarga eléctrica y fue arrestado cuando hizo caso omiso de las solicitudes de la Policía de detener la actuación de su banda después de un partido de fútbol de la escuela secundaria. "Este incidente es un alarmante abuso de poder y una clara violación de los derechos civiles de nuestro cliente", dijo Givan en un comunicado compartido con CNN. "Es inaceptable que las autoridades apliquen reglas autónomas en el campo de juego o con respecto a las…

La Fiscalía de Barcelona ha pedido al juez no admitir la querella de seis activistas contra el policía infiltrado en movimientos sociales en Barcelona

En su declaración ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, la jugadora de la selección española Jenni Hermoso no sólo confirmó que el beso que le plantó en la boca Luis Rubiales fue un acto que no contó con su consentimiento, sino que añadió a su relato que tanto ella como su entorno más próximo sufrieron "una presión constante y reiterada" por parte del hoy suspendido presidente de la Federación Española de Fútbol. Su objetivo: que la campeona mundial justificara y aprobara lo ocurrido al finalizar el encuentro en el estadio de Sídne

-Susanna Griso: Le he 'dao' dos besos y no sé ahora si... -Feijóo: Ha sido usted. -Griso: Eso es cierto... jajaja

José Manuel Franco, director del CSD en aquella época, contradijo a sus subordinados para no llevar ante el TAD la denuncia de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino de Categoría Nacional (ACFF), contra Rubiales y Andreu Camps, para así proteger al máximo dirigente federativo, según la versión de El Mundo