Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) no solo no descienden en España sino que se han multiplicado en los últimos 16 años. La tasa de incidencia de la gonorrea en su momento más bajo, 2001, era de 2,04 casos por 100.000 habitantes; en 2017 era de 18,74. Los de sífilis, entre los mismos años, pasaron de 1,77 a 10,61. Lo dice el último Informe anual de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual en España, correspondiente a datos de 2017, que también concluye que el incremento medio anual de todas las analizadas.