Para los millones de personas en el mundo que padecen trastornos de ansiedad y pánico (unos 10 millones en España; unos 40 millones de adultos en EE UU), la vida cotidiana puede ser más complicada de lo que la mayoría de la gente cree. Cualquier acontecimiento puede generar miedo, pensamientos negativos, ataques de pánico y síntomas físicos persistentes.