El BCE utiliza para su análisis el paquete de recomendaciones país por país que hace Bruselas en el marco del semestre europeo, que concluye que tan solo siete Estados (Alemania, Luxemburgo, Holanda, Chipre, Malta, Austria y Letonia) han alcanzado “posiciones fiscales saneadas”, mientras que en el furgón de cola se encuentran, por este orden, España, Italia, Francia y Bélgica, cuyas cuentas públicas se sitúan muy lejos de cumplir lo que la Comisión Europea denomina objetivos presupuestarios de medio plazo.