Para la mayoría, el movimiento
#MeToo se convirtió en sinónimo de las campañas contra el acoso sexual. Ese movimiento —que se viralizó en octubre de 2017— indudablemente movilizó a las mujeres y estimuló el cambio positivo, pero su prominencia en los medios y las discusiones políticas sobre el acoso sexual eclipsó al activismo previo por los derechos de la mujer en otras partes del mundo. Campañas como
#MeshBasita en el Líbano, HarassMap en Egipto y Shefarers en las Filipinas, surgieron mucho antes del
#MeToo o fueron eclipsados por él.