En los rumores sobre el transporte subterráneo de Moscú se mezclan la realidad y la ficción. Bajo la capital existen líneas secretas militares y del gobierno, el llamado Metro-2, que no niegan los políticos. Pero los más interesados llevan tiempo intentando obtener información más precisa. ¿Se trata de una sola línea o de todo un sistema de metro distinto? ¿O es más bien una ciudad subterránea con capacidad para 15.000 personas?