Nunca había entrado a Tor y quería saber si de verdad se pueden contratar hackers a sueldo como quien busca un fontanero en Google. Me descargué TorBrowser y en un minuto estaba en la Hidden Wiki, un directorio de páginas a las que no se puede entrar sin un proxy. Así empezó mi semana de inmersión en la deep web, inspirado por el odio a Frank Underwood y el morbo de explorar este submundo de moral distraída que es la darknet. Anarquía, "diversión sin límites", la PS4 a un precio sospechosamente bajo...
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