El mecanismo es muy sencillo. Simplemente se coloca un pequeño embudo de papel entre el oído del pequeño y el teléfono, desde el que se emitirá un chirrido que viajará hasta el oído, con el que interactuará de un modo diferente, según si tiene líquido o no. Finalmente, una vez que este vuelva al teléfono, se analizará para saber si es posible que haya una infección.
|
etiquetas: infección , oído , app , niño , llanto