La crisis energética de los 70 empujó a aislar edificios para reducir costes de calefacción. fachadas ventiladas (revestimiento que crea cámara de aire para ventilación entre pared exterior y fina capa de revestimiento impermeable) fueron opción popular para mejorar la eficiencia energética. En los 80 y 90, normas de construcción de muchos países no consideraban el riesgo de incendio del revestimiento. Polímeros inflamables, como polietileno, eran baratos; se usaban mucho en paneles ACM, que siguen instalados en España, Francia y Gran Bretaña.