Los ad-blockers representan un boicot masivo de los usuarios a algo que soportes y anunciantes habían dado por sentado: que les estaba todo permitido. Años de molestias insoportables, de sonido y vídeo preactivados, de pop-ups, de pop-unders, de extensibles y de todo tipo de argucias para llamar la atención hasta el límite del aguante han terminado por agotar la paciencia de los usuarios, que...