En 1884, el poeta Paul Verlaine publicó un libro titulado Los poetas malditos en el que abordaba la obra de seis poetas franceses que habían sido relegados por una sociedad que los desdeñaba y que era incapaz de entenderlos. Corbière, Rimbaud, Mallarmé, Desbordes-Valmore y Villiers de L’Isle-Adam fueron los elegidos, y el autor aprovechó un capítulo para hablar sobre “pauvre Lelian”, un anagrama de su nombre.
El término inicialmente se utilizó para describir a los poetas incluidos dentro de la obra de Verlaine.