Qué changüí nos da el pellejo,
con su melodía de tristeza.
Qué caldosa nos da siempre,
sin mañana y sin chala.
Dos solos contra el mundo,
sin sopardos, ni rebusque.
Y los mirones de tu hija embrocando
día y noche a dos gatos que son
padre y madre dos lánguidos más.
El pellejo, tango desafinado
las espinas del bobo
dan saque a los sueños
y lechucean el porvenir
de ese galo de mi alma.
Todo es mentira y de noche,
cuando me acuesto,
no puedo desmayarme
y aunque no quiero lola
sólo tengo amasijo.
Qué changüí nos da el pellejo,
con su melodía de tristeza.
Qué caldosa nos da siempre,
sin mañana y sin chala.
*** ***
Este texto lo escribí en su día (2002) para el arranque de un telefilme que casi llega a la meta, pero se cayó a última hora porque... porque las cosas son así.
Estuve semanas estudiando un diccionario lunfardo e intentando captar la esencia para escribir ese trozo tan breve. Si algún experto en lunfardo me corrige algo (o todo) posiblemente tenga razón.